El origen del haiku, con su severa pauta silábica, 5-7-5, se remonta al siglo XVI. Ciertos eruditos lo vinculan formalmente al katauta, un breve poema que oscilaba entre la pauta 5-7-5 y la 5-7-7; otros lo derivan del haikai, que se creaba en grupo y podía tener hasta cien versos. Paulatinamente se fue asentando la forma de 17 filabas, en la rígida combinación 5-7-5, que es sin duda la que produce un efecto poético más impactante. No obstante, hubo al parecer otras formas precursoras del haiku: chooka, tanka, sedooka, y especialmente el renga, canción encadenada, fruto de varios poetas, que vino a introducir un elemento festivo en la literatura japonesa. En todas estas formas aparecen los versos de 5 y de 7 sílabas en distintas concatenaciones, y también se va afirmando el concepto de estación. Vale la pena aclarar que la rima casi no se usa en este envase lírico tan peculiar; en cambio se ha empleado bastante en las traducciones.
Haikus de Mario Benedetti
los pies de lluvia
nos devuelven el frío
de la desdicha
por si las moscas
hay profetas que callan
su profecía
inverno inverno
el inverno me gusta
si hace calor
los premios póstumos
se otorgan con desgana
y algo de lástima
después de todo
la muerte es sólo un síntoma
de que hubo vida
lo peor del eco
es que dice las mismas
barbaridades
los sentimientos
son inocentes como
las armas blancas
la mariposa
recordará por siempre
que fue gusano
hay pocas cosas
tan ensordecedoras
como el silencio
cada suicida
sabe dónde le aprieta
la incertidumbre
si no se esfuman
hay que tener cuidado
con los fantasmas
me gustaría
mirar todo de lejos
pero contigo
no sé tu nombre
sólo sé la mirada
con que lo dices
puedo morirme
mas no acepto que muera
la humanidad
dame cobijo
con toda la ternura
que te he prestado
en cada historia
el perdón y la inquina
son estaciones
el exiliado
se fue adaptando al tedio
de la nostalgia
pasan la nubes
y el cielo queda limpio
de toda culpa
cuando mis ojos
si cierran y se abren
todo ha cambiado
pasa que al trébol
si tiene cuatro hojas
no hay quien lo aguante
el agua es un espejo
sin exigencias
por este puente
transcurren ilusiones
y contrabandos
con la piedad
a veces se organizan
lindas colectas
quisiera verte
en vigilia o en sueños
o dondequiera
ya no hay secretos
por tus ojos espío
nuevas conjuras
las grandes urbes
no saben lo que saben
ni lo que ignoran
cuando uno viaja
también viaja con uno
el universo
si el corazón
se aburre de querer
para qué sirve
cuando te vayas
no olvides de llevarte
tus menosprecios
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