"La literatura es magia, es aparecer entre la gente sin estar físicamente, es entrar en las almas sin tener que tocar la puerta".

Doménico Estrada

jueves, 23 de mayo de 2013

Un pasito por aquí, un pasito para allá - El entremés


Paso quinto


La tierra de Jauja

HONZIGERA, ladrón
PANARIZO, ladrón
MENDRUGO, simple.

[...]

PANARIZO: Mira, hermano Honzigera, provee que comamos, que yo vengo cándido de hambre.

HONZIGERA: Yo mucho más; que por eso, hermano Panarizo, estoy aguardando aquí un villano que lleva de comer a su mujer, que la tiene presa, una auténtica cazuela de ciertas viandas, y contarle hemos de aquellos contecillos de la tierra de Jauja, y él se embebescerá tanto en ello, que podremos bien henchir nuestras panchas.

(Entra Mendrugo, simple, cantando.)

MENDRUGO: Mala noche me distes, María de Rión, con el bimbilindrón.

[...]

HONZIGERA: ¡Hola, compañero!

MENDRUGO: ¿Hablan vuesas mercedes conmigo o con ella?

HONZIGERA: ¿Quién es ella?

MENDRUGO: Una que está así redonda con sus dos asas y abierta por arriba.

PANARIZO: En verdad no hay quien acierte tan extraña respuesta.

MENDRUGO: ¿Tiénense por tapados1 vuesas mercedes?

PANARIZO: Sí por cierto.

MENDRUGO: Cazuela.

HONZIGERA: Qué, ¿cazuela lleváis?

MENDRUGO: Que no, téngase; ¡válalos el diablo!; ¡qué ligeros son de manos!

PANARIZO: Pues decinos adónde vais.

MENDRUGO: Voy a la cárcel para todo aquello que a vuesas mercedes les cumpliere.

PANARIZO: ¿A la cárcel? ¿Y a qué?

MENDRUGO: Tengo, señor, mi mujer presa.

HONZIGERA: ¿Y por qué?

MENDRUGO: Por cosas de aire2; dicen malas lenguas que por alcahueta.

PANARIZO: Y decidme: ¿vuestra mujer no tiene ningún favor?

MENDRUGO: Sí, señor; tiene muchos brazos, y la Justicia, que hará lo que fuere de razón; y agora han ordenado entre todos que, porque mi mujer es mujer de bien y mujer que lo puede llevar, que le den un obispado3.

HONZIGERA: ¡Obispado!

MENDRUGO: Sí, obispado, y an plega a Dios que ella lo sepa bien regir, que según dicen, ricos quedamos de esta vez. Diga, señor: ¿sabe vuesa merced qué dan en estos obispados?

PANARIZO: ¿Sabes qué dan? Mucha miel, mucho zapato viejo, mucha borra y pluma y berenjena4.

MENDRUGO: ¡Válame Dios! ¿Todo eso dan? Y deseo vella obispesa.

HONZIGERA: ¿Para qué?

MENDRUGO: Para ser yo obispeso.

PANARIZO: Mucho mejor sería, si tú lo pudieses acabar, que la hiciesen obispesa de la tierra de Jauja.

MENDRUGO: ¡Cómo! ¿Qué tierra es esa?

HONZIGERA: Muy extremada, a do pagan soldada a los hombres por dormir.

[...]

PANARIZO: De la tierra que azotan los hombres porque trabajan.

MENDRUGO: ¡Oh, qué buena tierra! Cuénteme las maravillas de esa tierra, por vida suya.

[...]

HONZIGERA: Mira: en la tierra de Jauja hay un río de miel y junto a él otro de leche, y entre río y río hay una fuente de mantequillas encadenada de requesones y caen en aquel río de la miel, que no paresce sino que están diciendo: «cómeme, cómeme».

[...]

PANARIZO: Mira: en la tierra de Jauja hay unos árboles que los troncos son de tocino.

MENDRUGO: ¡Oh benditos árboles! Dios os bendiga, amén.

PANARIZO: Y las hojas son hojuelas, y el fruto de estos árboles son buñuelos, y caen en aquel río de la miel, que ellos mismos están diciendo: «máscame, máscame».

HONZIGERA: Vuélvete acá.

MENDRUGO: Ya me vuelvo.

[...]

HONZIGERA: Mira: en la tierra de Jauja hay muchas cajas de confitura, mucho calabazate, mucho diacitrón5, muchos mazapanes, muchos confites.

MENDRUGO: Dígalo más pausado, señor, eso.

HONZIGERA: Hay ragea6 y unas limetas de vino que él mismo se está diciendo: «bébeme, cómeme; bébeme, cómeme».

PANARIZO: Ten cuenta.

MENDRUGO: Harta cuenta me tengo yo, señor, que me paresce que engullo y bebo.

PANARIZO: Mira: en la tierra de Jauja hay muchas cazuelas con arroz y huevos y queso.

MENDRUGO: ¿Como esta que yo traigo?

PANARIZO: Que vienen llenas y ofrezco al diablo la cosa que vuelven.

MENDRUGO: ¡Válalos el diablo, Dios les guarde! ¿Y qué se han hecho estos mis contadores de la tierra de Jauja? Ofrescidos seáis a cincuenta aviones: ¿y qué es de mi cazuela? Juro a mí que ha sido bellaquísimamente hecho. ¡Oh, válalos el de las patas luengas! Si había tanto que comer en su tierra, ¿para qué me comían mi cazuela? Pues yo juro a mí, que juro a bueno, que tengo de enviar tras ellos cuatro o cinco dineros de hermandades para que los traigan a su costa. Pero primero quiero decir a vuesas mercedes lo que me han encomendado.
Lope de Rueda
  1. 1 tapados: vencidos en los juegos de ingenio, de poca agudeza. Es un posible catalanismo.
  2. 2 cosas de aire: cosas de escasa importancia.
  3. 3 obispado: aquí hace referencia al hecho de llevar un sambenito como condena impuesta por la Santa Inquisición.
  4. 4 berenjena: castigo impuesto a las alcahuetas a quienes desnudaban, untaban con miel y emplumaban. La berenjena aparece como planta afrodisíaca.
  5. 5 calabazate; diacitrón: dulce seco de calabaza; conserva de cidra, fruto similar al limón.
  6. 6 ragea: gragea, dulce semejante a un caramelo.

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